Imagina un sistema de calefacción que es invisible y que, por lo tanto, no influye en el diseño interior al no tener ningún elemento externo, como pueden ser los radiadores o los splits. A efectos de decoración de interiores, se multiplican las posibilidades al eliminar elementos y ganar espacio en las estancias para decorar y ocupar. Al tratarse de un sistema que se encuentra embebido en el suelo, ofrece una total libertad de espacio al no existir elementos emisores visibles. Por tanto, el espacio habitable útil resultante se puede incrementar entre un 3-5% respecto a otro tipo de sistemas.

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Al estar conectado directamente a la fuente general de energía, no necesita reservar espacio ni para calderas, ni para conductos de aire o agua, ni para salas técnicas, ni para máquinaria de ningún tipo.